Avanzar en el desarrollo científico y tecnológico de la robótica es uno de los pilares de la Industria 4.0 y constituye uno de los ejes de acción prioritarios marcados por la Comisión Europea para impulsar la competitividad del tejido industrial en Europa. El proyecto europeo COROMA (Cognitively Enhaced Robot For Flexible Manufacturing of Metal and Composite Parts), una iniciativa coordinada por el centro tecnológico IK4-IDEKO, se desenvuelve en este contexto y busca desarrollar un nuevo concepto de robots industriales inteligentes, modulares y flexibles, con capacidad de ejecutar múltiples procesos y fabricar piezas metálicas y de materiales compuestos para sectores tan exigentes como la aeronáutica, la construcción naval o la generación de energía.
COROMA cuenta con un presupuesto de más de 7 millones de euros, de los que 6 han sido financiados por la Comisión Europea a través del programa de impulso a la investigación y la innovación Factorías del Futuro, dentro del marco multianual Horizonte 2020.
El consorcio tiene la misión de desarrollar un sistema robótico modular que realice multitud de tareas de fabricación para adaptarse a los requerimientos de producción.
En concreto, el nuevo sistema ejecutará labores como el taladrado, contorneado, rebabado, pulido, lijado, inspecciones no destructivas e incluso podrá ser empleado como soporte móvil de las propias piezas fabricadas.
Para conseguirlo, se dotará al sistema de una interfaz simple con el objetivo de que los robots reciban comandos básicos que requieran un esfuerzo de programación mínimo al operador humano. El equipo técnico trabajará para lograr que el diseño de la interfaz humano-robot sea de rápida programación.
También se llevará a cabo una optimización de los procesos para que el sistema robótico sea consciente y reactivo a la condición del proceso.
La modularidad del sistema robótico COROMA permitirá adaptarlo a los requisitos específicos de diferentes empresas manufactureras.
La iniciativa, que comenzó a fines del pasado año y concluirá en octubre de 2019, contará con la participación de un total de 16 empresas, centros de investigación y universidades procedentes de siete países diferentes. El proyecto COROMA está siendo desarrollado por un consorcio integrado por 16 empresas, centros de investigación y entidades de enseñanza procedentes de siete países europeos distintos.
Bajo el liderazgo de IK4-IDEKO, la iniciativa cuenta con la participación del fabricante vasco de máquina herramienta SORALUCE y de los socios que implementarán los demostradores Aciturri, ENSA y Beneteau.
También están presentes en el proyecto la Universidad de Nantes, la Universidad de Sheffield, el Real Instituto Tecnológico de Estocolmo, el Centro de Investigación Alemán en Inteligencia Artificial, el fabricante de robots Stäubli, las firmas Convergent Information Technologies, IT+Robotics, BA Systemes, Shadow Robot Company y Europe Technologies y el Instituto Alemán de Estandarización.Seguridad garantizada
Una de las prioridades máximas de COROMA es la seguridad. El equipo del proyecto trabajará para que los nuevos sistemas robóticos estén dotados de capacidades cognitivas que les permitan interactuar tanto con humanos como con otras máquinas de forma segura.
Los robots navegarán de forma autónoma por el taller, percibirán automáticamente las coordenadas del entorno de fabricación, localizarán la pieza que debe fabricarse e incluso serán capaces de manejar algunas de las herramientas necesarias. Además, el sistema estará configurado de forma que podrá incrementar su propio rendimiento mediante el aprendizaje de experiencias anteriores como los desplazamientos, el agarre de herramientas, la localización de piezas o los procesos de fabricación.
El nuevo concepto de robot será de carácter colaborativo y podrá interactuar con otras máquinas de forma que le resulte posible trabajar en una pieza mientras otras máquinas ubicadas en el mismo entorno fabril realizan otras acciones.
La seguridad del entorno de fabricación se conseguirá gracias a la capacidad del robot para reaccionar automáticamente ante la presencia tanto de seres humanos como de otras máquinas.
Un proyecto único, objetivos diversificados
El proyecto COROMA tiene distintos objetivos entre los que se encuentra el fortalecimiento de la posición global de la industria manufacturera europea y la contribución al desarrollo tecnológico en el ámbito de la fabricación y la robótica.
1.- Hacia la creación de entornos colaborativos robot-máquina
Uno de las principales metas de este proyecto es facilitar la colaboración entre robots y máquinas-herramienta o robots no cognitivos, trayendo nuevas oportunidades de mercado a la industria robótica, a la industria de máquinas-herramienta y a los fabricantes industriales que utilizan una nueva generación de unidades de producción robótica.
2.- Impacto positivo para los fabricantes de robots
Se prevé este proyecto tenga un impacto positivo sobre la cuota de mercado global de los fabricantes europeos de robots (actualmente un 32%), proporcionando soportes complementarios que puedan hacer que sus ofertas de productos resulten más competitivas.
Asimismo, la iniciativa podría llevar a una reducción del 20% de los costes de puesta a punto de nuevos procesos productivos o de reconfiguración entre dos procesos secuenciales, incrementando su eficiencia.
3.- Impulsar la implantación de la robótica en fabricantes de componentes
Además, el proyecto tiene la función de fomentar la implantación de la robótica en empresas especializadas en la fabricación de componentes metálicos y materiales compuestos para sectores como la aeronáutica, la construcción de embarcaciones ligeras y la generación de energía.
Para lograr estos objetivos, la iniciativa se apoya en la probada experiencia de las entidades participantes en tecnologías de fabricación y en el ámbito de la robótica, dado que este proyecto fusiona las dos disciplinas.
El coordinador del proyecto COROMA, Asier Barrios, precisa que se trata de una iniciativa que se centra en la aplicación de tecnologías ya maduras.
“Es un proyecto de investigación y de innovación. Partimos de una base tecnológica que ya está madura y consiste en dotar a los robots de inteligencia mediante sensores y algoritmos para que puedan entender los procesos de fabricación en los que van a trabajar”, añade Asier Barrios.
En concreto los prototipos desarrollados deberán llevar a cabo tareas de taladrado, contorneado, rebabado, pulido, lijado e inspecciones no destructivas.
Además, podrán funcionar como herramienta de apoyo móvil para eliminar las vibraciones que se producen en los procesos de mecanización de las piezas empleadas en el sector aeronáutico, que se caracterizan por tener escaso espesor y ser más sensibles a las vibraciones producidas durante su fabricación.
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